Quizás muchos tuvieron un amigo imaginario cuando pequeño.... Yo no lo tuve.
Pero ahora, a veces se me aparece un perro, el perro Kan, con él puedo decir todas las barbaridades que salen de mi boca, desahogar mis penas, caprichos, fantasías e inquietudes.
Lo quiero, porque es el único que me quiere y conoce como soy; se sienta a escucharme cuando no tengo con quién hablar, me mueve la cabeza cuando me pongo sensible, levanta sus orejas de perro joven cuando me pongo a bailar en mi pieza y me ladra para unirse a mis maldiciones.
Una vez, me dió a entender que se quería ir porque que mi hna. pensaba que me estaba volviendo loca porque hablaba "sola", y le dije a Kan: “Teni’s que entender una cosa perro, a todos nos mintieron. Nosotros no crecemos del todo, crecemos cronológicamente en una dimensión. A los niños se les acepta tener amigos imaginarios por conveniencia, es un complot contra los grandes que estamos relegados a hacer lo que debemos hacer, nos atemorizan con el qué dirán porque no quieren que nadie sobresalga o discrepe con lo establecido. Yo buscaré mi propia verdad y tú, me acompañarás".
Eso es exactamente lo llamativo de ti y tu personalidad...
ResponderEliminarSe siempre joven, please!, siempre se necesita gente como tu