Mostrando entradas con la etiqueta perro imaginario. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta perro imaginario. Mostrar todas las entradas

viernes, 18 de septiembre de 2009

El perro Kan


Quizás muchos tuvieron un amigo imaginario cuando pequeño.... Yo no lo tuve.


Pero ahora, a veces se me aparece un perro, el perro Kan, con él puedo decir todas las barbaridades que salen de mi boca, desahogar mis penas, caprichos, fantasías e inquietudes.
Lo quiero, porque es el único que me quiere y conoce como soy; se sienta a escucharme cuando no tengo con quién hablar, me mueve la cabeza cuando me pongo sensible, levanta sus orejas de perro joven cuando me pongo a bailar en mi pieza y me ladra para unirse a mis maldiciones.


Una vez, me dió a entender que se quería ir porque que mi hna. pensaba que me estaba volviendo loca porque hablaba "sola", y le dije a Kan: “Teni’s que entender una cosa perro, a todos nos mintieron. Nosotros no crecemos del todo, crecemos cronológicamente en una dimensión. A los niños se les acepta tener amigos imaginarios por conveniencia, es un complot contra los grandes que estamos relegados a hacer lo que debemos hacer, nos atemorizan con el qué dirán porque no quieren que nadie sobresalga o discrepe con lo establecido. Yo buscaré mi propia verdad y tú, me acompañarás".